26 de marzo de 2012

Temblores, locos y ciencia


Talca's downtown

Con fuerza se movió la tierra el domingo 25 de marzo, en Talca y otras localidades de la región del Maule (Constitución, Iloca, Curicó, etc). No tanto como en 2010, aunque de día y con suficiente luz (y mejor cámara), para grabar parte del evento sísmico. 


Aunque un loco estuvo durante la semana anunciando un terremoto, lo cierto es que ocurren tantos temblores semana a semana, que es muy fácil probar suerte y achuntarle al pronóstico.

Yo no creo en esas cosas cuasi esotéricas. Para mi, llegar a certezas no es cuestión de fe, más bien de ciencia y para ello hay haaaaaarta gente estudiando el tema, mucha más gente que irresponsables anunciando apocalipsis y fines de mundo.

Por eso, para cuando se mueve la Tierra, recomiendo acceder a datos como estos, que llegan a lo más 5 a 7 minutos después de ocurrido el temblor y que pueden ayudar a tranquilizarnos y a tomar buenas decisiones.

Para saber la Magnitud del sismo (es decir, la cantidad de energía liberada):
http://earthquake.usgs.gov/earthquakes/?source=sitenav

Para evaluar la Intensidad del sismo (cómo lo percibimos):
http://es.wikipedia.org/wiki/Escala_sismol%C3%B3gica_de_Mercalli

Para saber el estado de las costas (por si emiten alerta de maremoto):
http://ptwc.weather.gov/

Sensores del nivel del mar en tiempo real (en realidad, se actualiza cada 3 minutos):
http://www.ioc-sealevelmonitoring.org/station.php?code=const

Y finalmente, con tantos datos interesantes, suficientes para informarse bien, un consejo del Profesor Salomón y Tutu Tutu, sobre la mejor forma de reaccionar ante un sismo de gran magnitud.


16 de agosto de 2011

Los amigos

Los amigos son parte de mi familia, algunos está físicamente muy leeeeeeeeeejos, en lugares remotos del mundo. Quizás a esta hora viajan en avión, recorren la selva, el desierto, o disfrutan un verano que pronto arribará a nuestros lares. Todos ellos apasionados por sus proyectos. Recorren la vida iluminando el camino a su paso.

Otros amigos están muy cerca, a pocos metros incluso. Hay proyectos de amigo, en sendas incubadoras de sentimientos. Cada uno con sus genialidades, cada una con brillantes sonrisas. Me cruzo con ellos en la calle, en el correo, a veces también nuestras vidas se cruzan y compartimos un momento.

A todos y todas ellas, los quiero. Unos además de amigos, son algo más. Mis hermanos, mis papás, tíos, primos, mi polola que amo. A algunos los tengo guardados en cofres especiales, porque ya no están. Partieron quizás donde. Varias y varios están esperando, como en un sueño, dormidos, esperando que otra vez levante la vista y nuestras miradas se crucen, cómplices.

Unos pocos están cerca, a mi alrededor. Percibo la calidez de sus voces. Con ellas y ellos soy feliz. Otros están lejos, lejos, cubiertos por un velo, o por una niebla. Son rostros grises, miradas perdidas, sonidos apagados, sin forma. No puedo alcanzarlos, porque una sima se interpone, o una cosa viscosa, que envenena.

Tengo muchos amigos, aunque quizás no todos piensen lo mismo de mí. Sin embargo, me siento afortunado. ¡Tengo tantas personas a quienes querer!, son mi familia, los pilares que me sostienen. Por todos ustedes río, sufro, pienso y existo.

Brindo por ustedes, Salud! para todos y cada uno! Y chupeta para todos también.

28 de junio de 2011

Campeonato BMX 2011 en Talca

Deportes extremos se practican en Talca todo el año, con una bicicleta y cantidades ingentes de adrenalina.

Incluso en pleno invierno los jóvenes y no tan jóvenes ocupan los espacios para practicar estas increíbles acrobacias.

14 de mayo de 2009

Cuando la máquina nos quiere pillar

A continuación les presento dos historias para no quedarnos en el pasado. Dos historias que ejemplifican la realidad del permanente cambio, la permanente innovación: La primera, en el año 1981.

El verano avanza somnoliento y caluroso mientras Cruz del Sur desarrolla su vida de campamento scout en medio del bosque. Es vilches y el paisaje no tiene rejas. El camino está sin pavimentar y hay que caminar varios kilómetros para encontrar una casa.
Los scouts se preparan para el almuerzo. Mientras la mayoría juega, los cocineros alistan ollas, aliños, recetas y lo más importante... el fuego.
Desde lejos se ven las columnas de humo, que suben retorciendose entre los árboles. No existen las cocinillas y las carpas no brillan con el sol. Porque son de lona.

Ahora es el verano de 1997. La montaña se ve imponente desde el campamento. Un bosque de pinos aloja al grupo en Armerillo. El río corre gélido mientras los niños juegan en la arena de la orilla.
Aún son mayoría las carpas de lona, aunque se ven algunas modernos modelos "iglú" por aquí y por allá. Comunicarse por teléfono todavía es imposible porque la señal del incipiente celular aún no llega a la montaña.
Ha llegado la hora del almuerzo y los cocineros (y cocineras) corren a preparar los alimentos. La diferencia es que ahora tienen cocinillas a gas. El fuego y la leña son del pasado.

Entre la primera y la segunda historia se notan las diferencias. Hace 30 años los scouts del grupo (y muchos otros), salían a campamento sin los avances tecnológicos que ahora tenemos. Al salir de la ciudad, durante dos semanas nadie sabía del grupo. Nada de celulares para llamar todos los días a la casa, ni carpas iglú de materiales livianos. En cambio, los clásicos modelos canadienses daban dolores de cabeza a la hora de tensar los vientos y dolores de espalda cuando tenían que trasladar las pesadas carpas.

Por supuesto que muchas cosas eran mejores que en la actualidad. En el pasado las rejas no eran parte del paisaje y era más facil encontrar un lugar para instalarse.

En este proceso, todos esos cambios y actualizaciones en su momento requirieron un esfuerzo por parte de los dirigentes y apoderados, para adaptarse a la nueva realidad. Llegaron las cocinillas, las carpas iglú, los celulares y muchas nuevas cosas. Los cambios se produjeron y se asumieron como costumbres normales.

Pero ahora, al parecer la máquina nos quiere pillar, porque llevamos varios años haciendo prácticamente lo mismo. La misma forma de hacer pan, las mismas construcciones, las mismas cocinillas y lámparas, entre otros detalles. ¿Es bueno seguir así? Puede que sea bueno, aunque... ¿Existen mejores alternativas?

Creo que si, y ya he escuchado comentarios y he comentado sobre lo que puede mejorarse y lo que debe eliminarse. El campamento recién pasado nos dejó interrogantes interesantes: ¿Cómo iluminar de noche? ¿De qué forma se trata mejor la basura? ¿Es bueno seguir construyendo con madera (muerta, ramas caidas) del lugar?.

Y esas interrogantes nos transportan al futuro, pensando en la energía solar para iluminarse y cocinar, en construcciones prefabricadas en la ciudad, con los niños, que nos permitan almacenar agua, organizar materiales, cocinar, bañarse. Este futuro nos ofrece nuevas formas de explotar la creatividad y energía de los integrantes del grupo. Si no lo aprovechamos, la máquina nos va a pillar.

Nota: ¿Saben que nombres le pusieron a los campamentos de 1981 y 1997?